Todos hemos pasado por esto. Descargar ese juego que adorábamos de niños, arrancarlo... y cerrarlo cinco minutos después con una punzada de decepción.
Porque la magia se había esfumado. Porque los píxeles nos lastimaban los ojos, la historia se sentía demasiado simple, y los controles eran francamente toscos. Pero por más que nos digamos a nosotros mismos, esa necesidad de volver — a esos mundos gaming acogedores y sencillos — sigue apareciendo una y otra vez.
"GTA: Vice City" (2002)
Ah, ese resplandor rosa neón y la emisora V-Rock... ¡Cuántas horas pasé en esa ciudad de ensueño! De niño, me escapaba a casa de mi tío, encendía ese monitor enorme de su computadora soñada con Intel Pentium 4, y me sumergía en un mundo de enfrentamientos criminales protagonizados por tipos en camisas hawaianas.
Fuente:
rockstargames.com
"The Sims 1" (2000)
Esto solía ser un auténtico simulador de vida. Ahora es más bien como un museo de polígonos bajos. Las animaciones van a cámara lenta, la interfaz se siente prehistórica, y los Sims apenas entienden lo que quieres que hagan (al menos en mi experiencia)."Heroes of Might and Magic III" (1999)
Es un juego de estrategia por turnos legendario, eso no se discute. Pero cuando lo vuelves a arrancar, la realidad te golpea: la interfaz no perdona, la pantalla está abarrotada de detalles que distraen, y las batallas se alargan una eternidad.Recuerdo que casi me peleé con mi hermano cuando mi turno se alargó media hora entera solo porque me quedé estudiando cada héroe disponible para contratar en la taberna.
"Need for Speed: Underground" (2003)
Esas legendarias carreras callejeras nocturnas con una banda sonora repleta de temas de Rob Zombie y Lil Jon. Pero hoy en día los controles se sienten como conducir sobre hielo, los gráficos parecen cubiertos de una película jabonosa, y la historia sobre el "respeto" suena como fantasías adolescentes."Prince of Persia: The Sands of Time" (2003)
Esto fue revolucionario en su momento: correr por las paredes, rebobinar el tiempo, fantasía de Las Mil y Una Noches. ¿Ahora? Controles de cámara toscos, físicas que a veces fallan y puzles que no siempre tienen sentido."Max Payne" (2001)
Caras de plástico y narración noir en off: en su momento, esto parecía la cumbre del estilo. ¿Hoy en día? Más bien da vergüenza ajena."Tomb Raider: The Last Revelation" (1999)
Lara Croft, templos ancestrales, acertijos: sobre el papel, todo suena perfecto. Pero arranca el juego hoy en día y te toparás con controles "tanque" y gráficos seriamente anticuados (bueno, el juego ya tiene más de 25 años)."Red Alert 2" (2000)
Dirigibles soviéticos, tecnologías paradójicas. Había encanto en esta locura. Pero hoy el equilibrio se siente absurdo, la IA predecible, y la interfaz arcaica.Anteriormente en otraexpresion.com, informamos que Sydney Sweeney podría conseguir un papel en la adaptación del juego Split Fiction.