Combinación de la carta Dos de Copas y la carta Cuatro de Espadas
El Dos de Copas y el Cuatro de Espadas – ambos en posición normal – dibujan una imagen de calma serena. Como una cálida noche de verano cuando las preocupaciones se desvanecen. Las relaciones cercanas no necesitan palabras adicionales, y el silencio entre personas resulta confortable. Esta combinación suele aparecer durante periodos en que las relaciones han alcanzado un punto de equilibrio – sin dramas ni luchas, solo una pacífica aceptación mutua con todas las virtudes y defectos.
Combinación de la carta Dos de Copas y la carta invertida Cuatro de Espadas
Dos de Copas en posición normal con el Cuatro de Espadas reversed crea tensión entre el deseo de armonía y la incapacidad de hacer una pausa. Uno busca cercanía, mientras que el otro está agotado y no encuentra fuerzas para descansar. Esta combinación suele aparecer cuando los sentimientos son sinceros, pero los ritmos de vida no coinciden. Es como si fueran dos bailarines – uno deseando girar toda la noche, el otro apenas manteniéndose en pie.
Combinación de la carta invertida Dos de Copas y la carta Cuatro de Espadas
Un Dos de Copas Invertido junto a un Cuatro de Espadas directo sugiere una pausa en la relación. La conexión se ha debilitado, pero esto no significa necesariamente el final. Más bien, es un respiro necesario. Las personas se distancian para aclarar sus propios sentimientos. Esta combinación suele aparecer durante una separación temporal – ese espacio que o bien destruirá el vínculo por completo o le dará nueva vida.
Combinación de la carta invertida Dos de Copas y la carta invertida Cuatro de Espadas
Ambas cartas están boca abajo – una historia de estancamiento a punto de ser interrumpido. La relación ha llegado a un punto muerto, pero el Cuatro de Espadas reversed sugiere que es hora de liberarse del aislamiento voluntario. Esta combinación suele indicar un momento en que las personas están hartas de la separación y preparadas para superar sus diferencias. Las palabras no expresadas ansían ser escuchadas, y los viejos rencores van perdiendo su fuerza.