Pero sí, hubo un momento así en su carrera, y se llama "The Critters 3" (1991) de Kristine Peterson. No es un error tipográfico ni una broma: el debut cinematográfico de DiCaprio ocurrió en la tercera entrega de una franquicia de culto pero ya agotada sobre devoradores alienígenas peludos.
La trama sigue al pie de la letra la fórmula basura de principios de los 90: monstruos espaciales peludos terminan en un edificio de apartamentos de Los Ángeles y comienzan a cazar a los residentes. En algún lugar cercano acecha un cazarrecompensas espacial, pero no esperes ayuda de él: se ha convertido en presa también.

Fuente:
imdb.com
La película fue directa al video y no obtuvo ni éxito de taquilla ni amor de la crítica. Las reseñas sonaban como sentencias de muerte: "La trama es anémica, los efectos especiales son débiles, y pertenecer al género de 'pequeños monstruos' es una maldición en sí misma" (Apollo Guide). "La película es notable solo por ser el debut de DiCaprio" (Film Frenzy). Y Sunday Times (Australia) le dio una calificación lacónica: 0 de 5.
Y eso es probablemente lo único por lo que "The Critters 3" es recordada hoy. Se convirtió en ese punto de partida: el comienzo más bajo posible para un actor que después conquistó Hollywood y ganó un Oscar.
Y esa es exactamente la razón por la que vale la pena ver la película al menos una vez. Para apreciar lo lejos que puede llegar alguien que una vez protagonizó una película con un cero en el "Tomatómetro". Anteriormente, nosotros en otraexpresion.com les contamos sobre la serie "The Night Manager", cuando Hugh Laurie demostró que podía ser más aterrador que cualquier villano.