Universidad de Los Andes
Grupo de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (GTAI)
Mérida-Venezuela
Una vez más, el pseudo Estado extractivista venezolano define políticas para fragmentar y discriminar. Ha sido una constante en su manera de gobernar.
Es lo que se pretende de nuevo con el perverso Plan Integral del Arco Minero del Orinoco, y la supuesta incorporación de los pueblos indígenas al mismo.
El gobierno se salta la obligación de la consulta establecida constitucionalmente e impone una fulana Comisión. Los derechos indígenas se ponen así a la cola de la minería.
Los indígenas se vuelven a dividir frente a la maniobra gubernamental. La elite indígena, emergida de estos 17 años de “revolución” se sale con las suyas. Alinea al lado de la oferta gubernamental a una parte del movimiento indígena. Los dispersa y vence de nuevo.
Mientras tanto, las primeras víctimas del arco minero serán los propios indígenas. Con esta acción continua el exterminio por nuevos medios.
La Asamblea Nacional, que nada ha dicho sobre el estatus de la desproclamación discriminatoria de los diputados indígenas de Amazonas, en desagravio a ellos y a los indígenas del país, debería promulgar una ley de conversión de la autodemarcación de territorios indígenas en demarcación.
Sería la única forma de contener el “genocidio silencioso” que la “revolución” persiste en continuar contra las culturas originarias del país.
Vladimir Aguilar Castro.